El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo. Se estima que cada año afecta a más de 15 millones de personas, con una tasa de afección del 10-15% entre adultos jóvenes menores de 50 años. Ante este panorama, la relación entre café y riesgo de ictus ha despertado interés, ya que la ciencia ha comenzado a explorar los efectos de ciertos hábitos de vida y alimentación en la prevención de esta enfermedad, destacando entre ellos el consumo de café como posible factor protector.
¿Qué es el ictus y por qué es relevante?
Un ictus ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro, lo que puede causar daños severos e irreversibles. La Sociedad Española de Neurología, en una publicación de 2022, analizó los factores de riesgo y la etiología de los ictus isquémicos (el tipo más común), subrayando la urgencia de avanzar en estrategias de prevención primaria, especialmente para personas sanas.
El café como posible protector cerebral
1. Estudios con resultados consistentes
Una revisión sistemática y metaanálisis publicada en 2021 en la Journal of Stroke & Cerebrovascular Diseases, basada en más de 2,4 millones de personas, concluyó que existe una asociación inversa significativa entre el consumo regular de café y el riesgo de ictus. Este tipo de estudios refuerzan la necesidad de seguir investigando el potencial del café como agente preventivo.
2. Resultados en accidentes cerebrovasculares isquémicos
En el mismo año, la BMC Neurology publicó otro metaanálisis de cohortes prospectivos que destacó que el consumo habitual de café está particularmente asociado con una reducción del riesgo de ictus isquémico, la forma más común de esta patología. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que el café podría tener un papel en la prevención primaria del ictus, ya que el ictus es una gran amenaza para la salud de los adultos de todo el mundo y no existe una prevención primaria en este campo para las personas sanas.
¿Y si ya hubo un infarto o ictus?
Un estudio publicado en AHAIASA Journals (2021) analizó la relación entre el consumo de té verde y café y la mortalidad por cualquier causa en personas con o sin antecedentes de ictus o infarto de miocardio. Con una muestra de 46.213 participantes en edades comprendidas entre los 40 y 79 y un seguimiento de 18,5 años, los resultados mostraron que el café podría ser beneficioso en ambos grupos, lo que sugiere su utilidad incluso como apoyo en procesos de recuperación o control de riesgo de ictus posterior
Café, prevención y reducción de mortalidad
Un estudio de Public Health (2021) aporta un dato contundente: los hombres que consumen entre una y dos tazas de café al día presentan una reducción del 37% en la mortalidad por ictus. Aunque se requiere más investigación para establecer protocolos precisos, este resultado abre la puerta a nuevas líneas de estudio sobre su aplicación preventiva y el consumo del café relacionado al riesgo de ictus.
Café y salud cardiometabólica: Un enfoque integral
En 2024, la revista Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases publicó un estudio de cohorte con 185.112 participantes del biobanco del Reino Unido. Se analizó la relación entre el consumo de café y la multimorbilidad cardiometabólica (coexistencia de al menos dos patologías como diabetes tipo 2, cardiopatía coronaria e ictus).
El resultado: el consumo de café se asoció con un menor riesgo de desarrollar esta combinación de enfermedades, especialmente cuando se consumía sin azúcar. Este hallazgo no solo refuerza el potencial del café en la prevención del riesgo de ictus, sino que lo posiciona como un componente positivo en la salud cardiovascular en general.
Conclusión: ¿Debe incluirse el café en la prevención del ictus?
La evidencia científica disponible hasta la fecha sugiere que el café puede tener un papel relevante en la prevención del riesgo de ictus, tanto en su aparición como en la reducción de la mortalidad relacionada. Las investigaciones coinciden en destacar beneficios claros cuando se consume de forma moderada (1-2 tazas al día), y aún más cuando se evita añadir azúcares.
Si bien aún se necesitan estudios más amplios y controlados, los resultados son prometedores: el café no solo estimula los sentidos, también puede proteger el cerebro.
Resumen basado en el estudio bibliográfico y científico “El café como alimento” desarrollado por el graduado en Nutrición Francisco Javier Real de Valle