Café y diabetes tipo 2

El consumo regular de café y la disminución del riesgo en el desarrollo de la diabetes tipo II

Una enfermedad en aumento global

La diabetes tipo II constituye más del 90% de todos los diagnósticos de diabetes, y su prevalencia e incidencia están creciendo aceleradamente a nivel mundial. La Federación Internacional de Diabetes estima que, de no aplicarse medidas efectivas, se alcanzarán los 552 millones de casos en 2030. Además, aproximadamente 183 millones de personas desconocen que padecen esta condición.

Se trata de una patología compleja resultante de la interacción entre factores genéticos y ambientales. Entre sus factores de riesgo destacan la obesidad, el sexo, la acumulación de grasa visceral, el sedentarismo, el tabaquismo, los hábitos alimentarios y la etnia. Su desarrollo puede ir acompañado de otras enfermedades crónicas como la hipertensión o la dislipidemia.

El papel del café en la prevención

Numerosos estudios han analizado el impacto de diferentes alimentos funcionales sobre la diabetes tipo II. En este contexto, el café ha emergido como un potencial nutracéutico. Un artículo publicado en Pharmacological Research (2023) destaca que su consumo moderado forma parte de una dieta saludable con efectos antiinflamatorios, pudiendo reducir el riesgo de enfermedades en las que la inflamación es un factor patogénico clave.

Por su parte, un metaanálisis de 69 estudios transversales publicado en The International Journal of Clinical Practice (2021) aporta evidencia sólida de una asociación inversa entre el consumo habitual de café y el riesgo de desarrollar diabetes tipo II.

Efectos sobre vías metabólicas e inflamatorias

Una investigación publicada en American Journal of Epidemiology (2024) con datos de más de 438.000 participantes del Biobanco del Reino Unido reveló que el café no solo disminuye el riesgo de aparición, sino también de progresión de la diabetes tipo II.

Esto se explica en parte por la acción de compuestos como el ácido clorogénico y la cafeína, que mejoran la sensibilidad a la insulina. 

Compuestos bioactivos de interés

Estudios recientes destacan el papel del N-metilpiridino, un compuesto bioactivo del café con propiedades antilipogénicas. Investigaciones en Molecular Nutrition Food Research han demostrado su efecto positivo en la homeostasis oxidativa celular y en el metabolismo de lípidos, sugiriendo beneficios para el tratamiento de la diabetes tipo II.

Asimismo, la suplementación con diterpenos como el cafestol ha mostrado efectos beneficiosos sobre la reducción de peso y la grasa visceral en sujetos sanos con riesgo metabólico, como apunta un estudio de 2024.

Tabla: Principales compuestos del café y su relación con la diabetes tipo II

ComponenteEfecto principal
Ácido clorogénicoMejora la sensibilidad a la insulina
N-metilpiridinoModulación lipídica y antioxidante
CafestolReducción de peso y grasa visceral
CafeínaOxidación de grasas, mejora glucémica

Control glucémico y enzimas digestivas

Uno de los grandes retos en la diabetes es el control de la glucemia. La inhibición de enzimas digestivas como la α-glucosidasa y la α-amilasa ha sido identificada como una vía terapéutica prometedora. En este sentido, fracciones de la cáscara plateada del café han demostrado propiedades antioxidantes y capacidad para inhibir estas enzimas, según un estudio publicado en Food (2024).

Evidencias poblacionales y fisiológicas

En un estudio poblacional coreano con más de 7.400 adultos, el consumo de dos o más tazas de café al día se asoció inversamente con la resistencia a la insulina en mujeres, apoyando la hipótesis de una acción protectora del café frente a la diabetes tipo II.

Además, una publicación en 2024 sobre los efectos farmacológicos de la Coffea arabica sugiere su uso potencial para abordar comorbilidades como la dislipidemia y la disfunción hepática relacionadas con la diabetes.

Incluso se ha explorado la relación entre el consumo de cafeína y la fibrosis hepática, mostrando que una ingesta diaria superior a 78 mg puede estar asociada con un menor riesgo de esta complicación metabólica.

Conclusión

La evidencia científica respalda que el consumo habitual de café puede formar parte de estrategias dietéticas para prevenir o manejar la diabetes tipo II. Gracias a sus componentes bioactivos, este alimento se posiciona como una aliada en la mejora de la salud metabólica global.

Resumen basado en el estudio bibliográfico y científico “El café como alimento” desarrollado por el graduado en Nutrición Francisco Javier Real de Valle

#ElCaféComoAlimento

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