
¿Cuál es el origen del café?
A partir del siglo XIX, el café se convirtió en la bebida más popular del mundo, después del agua.
BREVE HISTORIA DEL CAFÉ: ENTRE LA LEYENDA Y LOS ORÍGENES PASTORALES
La historia del café está impregnada de innumerables leyendas. Su efecto estimulante sobre el cuerpo humano se descubrió por casualidad, al igual que las virtudes terapéuticas del té, pero más de mil años después. Según la leyenda, todo comenzó en el siglo IX en Abisinia, el territorio que ocupa Etiopía hoy en día. Un pastor que vivía en la provincia de Kaffa se sorprendió de que sus cabras no pudieran dormir por la noche. Sin saber qué hacer, se dirigió a los monjes de un monasterio cercano que resolvieron el misterio: a las cabras les gustaba comer las bayas de una extraña planta, el arbusto de café. Impulsados por la curiosidad científica, los monjes prepararon una infusión con estas bayas y, después de beberla, notaron que se cargaban de energía.
CAFÉ: “LA EMBRIAGUEZ SOBRIA”
Incluso hoy en día, la meseta etíope se considera la cuna del café. Desde ahí, las bayas del café cruzaron el mar rojo para llegar a Arabia. El cultivo del café comenzó en Yemen a mediados del siglo XV. Desde las ciudades de peregrinaje de la Meca y Medina, el café se extendió rápidamente por toda la península arábiga. La ciudad portuaria de Moca fue, hasta 1720, el centro mundial del comercio del café. Por esta razón, el “moca” se bebía en los cafés de toda Europa hasta el siglo XVIII. Era una bebida extremadamente cara que solo la nobleza podía permitirse. Con la expansión del Imperio otomano en el siglo XVI, el café se extendió a Asia Menor, Siria, Egipto y el sudeste de Europa. El mundo islámico en su totalidad fue conquistado por la “embriaguez sobria” de esta bebida negra, cuyo nombre actual procede de la palabra árabe “qahwah”, que significa “vino”, a la que los turcos conocían como “kahweh”. Como a los musulmanes no se les permite consumir alcohol, el café se convirtió en el “vino del Islam”.
EL FIN DEL MONOPOLIO ÁRABE SOBRE EL CAFÉ
Los árabes protegían celosamente las bayas de café y sus preciadas frutas, y prohibían estrictamente su exportación. El comercio de granos de café permaneció en manos de los árabes durante muchos años hasta que, a comienzos del siglo XVII, algunos intrépidos comerciantes holandeses tuvieron el coraje de llevar granos de café a Europa de contrabando. Aquí las bayas de café se cultivaron en invernaderos y orangeries antes de que las ambiciosas potencias coloniales comenzaran a cultivarlo en la isla de Java, en Colombia y en Kenia. El café se convirtió en la “bebida del pueblo” en muchos países durante el siglo XIX, y es hoy en día un producto consumido a nivel mundial. La historia de Lavazza comenzó en esos años; la empresa fue fundada en Turín en 1895. Lo que comenzó en 850 d. C. con una planta misteriosa se ha convertido en la bebida más popular del mundo después del agua.